Los impuestos son una buena noticia si tienes un sistema administrativo bien robusto y tienes bajo control tu operación. ¿Por qué? Porque significa que estás generando utilidades de tu actividad, es decir, que después de cubrir todo lo que requieres para trabajar y prestar tus servicios, aun te queda dinero disponible para ti.
Cuando un porcentaje de tus gastos no los estás deduciendo correctamente, por poner los ejemplos más comunes, tu nómina, tu renta, tus gastos de transporte, etc. Esto provoca que para hacienda estés ganando más de lo que realmente estás ganando y entonces sí estés pagando impuestos de más.
Solamente si tu situación es tan precaria que “ahorrarte” el iva o gastos accesorios te ayude a sobrevivir. Pero para un negocio o profesión exitosa, tienes que tener mentalidad grande y empresarial y construir tu propio “Imperio” con la mejor formalidad y orden, incluidos los impuestos.
Para el caso de los profesionistas o personas físicas con actividad empresarial, se suman las ganancias que hayas tenido en la bolsa y que te hayan pagado durante el año. Estas ganancias se suman a las ganancias o pérdidas que tengas por parte de tu actividad principal y se calcula un ISR (Impuesto sobre la renta) por todas tus ganancias juntas.
Cabe aclarar que cuando te pagan en bolsa, muchas veces se te aplica una retención o pago provisional antes de que te depositen, por lo que tienes derecho a que esta retención sea tomada en cuenta en tu declaración anual como pago provisional. Esto te puede generar una diferencia a favor o en contra.
Otro dato importante, cuando inviertes en acciones y durante el año incrementan el valor de tu portafolio, aun no se convierten en ganancias que causen impuesto, solamente al hacer efectivas esas acciones, es decir, cuando las vendes y se concreta una ganancia en dinero, es cuando causa un impuesto. Así que no te asustes de tus propias ganancias, pues pagarán impuestos hasta que se vendas tus acciones.
Te voy a responder con otra pregunta: ¿Tienes idea de cuánto cuesta no tenerlo?
Más de $ 400,000 pesos mexicanos al año si eres empleado, y/o cualquier monto si tienes dos o más patrones o dos o más actividades.
También te recomiendo que hagas tu declaración, aunque ganes menos si tienes deducciones personales que te puedan generar un saldo a favor en tu declaración anual. Éstas son:
Lo primero que debes de hacer es revisar la fijación de tu precio y posteriormente hacer un comparativo objetivo con tu competencia. La mayoría de los productos o servicios atacan uno de tres nichos: el de bajos ingresos, el medio y el de altos ingresos. Cada uno tiene características particulares, y debes cubrir esos requisitos de nivel de servicio y calidad. No es lo mismo que te atiendas en una estación del metro en un consultorio de 2mts2 a que te atiendas en un consultorio de lujo en una torre médica o en un spa.
Lo siguiente a hacer es revisar tus costos, tanto los insumos directos para cada procedimiento como los fijos (consultorio, personal, amenidades, suscripciones, etc) Todo debe estar adecuado al nivel de precios general que manejas. Puedes estar dando un servicio de lujo a precio medio o viceversa, dando un servicio medio a precio de uno de lujo, y eso no le va a gustar a tus clientes.
De entrada, es muy importante que tu contador sea un asesor financiero, y no solamente un empleado al que le pagas mes tras mes para que te calcule tu impuestos. Estás en todo tu derecho de pedirle informaciónrelacionada a la productividad de tu negocio en tiempo y forma.
Tu contador debe ser capaz de detectar áreas de oportunidad en tu negocio, tanto para deducir impuestos, como para incrementar tus utilidades de una forma completamente legal y transparente. Sin embargo, y tal como sucede en la gran mayoría de las pequeñas empresas, el patrón raras veces suele solicitar dicha información a su contador, y por lo tanto, tiene un recurso subutilizado en su empresa. La responsabilidad debe ser mutua y debe darse por ambas partes.
- Erik Samaniego.
Correo: erik.samaniego@gmail.com
Instagram: @despachosamaniegoyasociados